viernes, 5 de junio de 2015

Por sus frutos los conocereis (5ta Parte)

Llamados a ser Diferentes (5ta Parte)

"Por sus frutos los conocereis"





Pastor Obel Troconis
Febrero 2015

En esta ocasión nos toca analizar el cuarto discurso del "Sermón de la Llanura". Éste lleva por título: "Por sus Frutos los Conoceréis". Veamos lo qué Dios nos quiere enseñar por medio de este discurso.

Ya hemos visto cómo Dios nos pide que nos relaciones con el prójimo, cuando ese prójimo es un desconocido, un enemigo, o un hermano en la fe. En esta oportunidad, vamos a ver qué es lo que prescribe la Palabra de Dios en cuanto a relacionarnos con el prójimo, cuando este es un líder cristiano, es decir, un pastor, predicador, o maestro.

Abran su biblias en  Lucas cap. 6, verso 39; y continuemos luego en los vv. 43 al 45:

39y les decía [Jesús] una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

43no es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. 45el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

En el verso 39 encontramos un desafío importante; una apelación a la responsabilidad que tenemos como creyentes: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

Este discurso podríamos llamarlo también el "antídoto contra el auto-engaño". Tiene como propósito alertarnos acerca de la forma sutil en que podríamos engañarnos a nosotros mismos, creyendo, siguiendo o dejándonos influenciar por las personas menos indicadas. Personas cuyo testimonio de vida es incoherente con lo que hablan o enseñan.

No son pocos a quienes les gusta escuchar y seguir los consejos, lineamientos, o enseñanzas de personas corruptas, inmorales, libertinas, inconstantes, o de dudosa reputación, sólo porque tienen buena posición económica, u ocupan un lugar importante de liderazgo dentro de un determinado grupo social.

Esto es especialmente delicado cuando se trata de la fe cristiana. Hoy día, dentro de la Iglesia cristiana, vemos como hay un sin número de creyentes que siguen a pastores y líderes sólo porque son famosos, carismáticos, han escrito libros, son "prósperos", o tienen iglesias grandes, programas de televisión o de radio, y “hacen milagros".

Sin embargo, en el ámbito de la fe cristiana, ninguno de estos son criterios sabios y prudentes para seguir a alguien. Lo que todo creyente debe tomar en cuenta a la hora de decidir qué guianza o qué enseñanzas seguir por parte de un líder determinado, es que todo debe estar sustentado en criterios netamente bíblicos.

No es la fama, el dinero, el carisma, las experiencias personales (por lo general rimbombantes, rebuscadas y taumatúrgicas), lo que determina la idoneidad de un pastor, maestro o predicador.

Lo que determina qué líder debes seguir y tomar como ejemplo y como guía, es aquel que fundamenta su ministerio en la sana doctrina bíblica, esa que Judas 1:3 dice que ya fue dada una vez y para siempre a los santos, y que debemos defender contendiendo ardientemente por ella, aunque ello nos cueste la vida;  y sobre todo, es aquel que se fundamenta asimismo en un testimonio de vida limpio, cuya conducta y hechos, demuestren lo que se predica con la boca.  Jesús ya nos lo ha advertido claramente:

 21no todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23y entonces les declararé: nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Mateo 7:21-23

Sólo el que hace la voluntad del Padre es el que entrará al reino de los cielos. ¿Y cuál es la voluntad del Padre?
Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina...
                                                                                           2 Timoteo 4:2

Que estemos firmes, y retengamos la doctrina que hemos aprendido...
                                                                                     2 tesalonicenses 2:15

Que no prestemos atención a fábulas artificiosas... Ya que por estas cosas se desvían algunos, y se apartan a la vana palabrería, queriendo ser doctores de la palabra; sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.
                                                                                    1 Timoteo 1:4,6-7

Y esto lo señala la Biblia, porque Dios sabía lo que dice Pablo a Timoteo:

3porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
                                                                                      2 Timoteo 4:3-4
Y añade:

6si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido.
                                                                                         1 Timoteo 4:6
Y luego en el v. 16 afirma:

16ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
                                                                                                    1 Timoteo 4:16                                                                                               
Y culmina de manera tajante diciendo:

3si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, 5disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.
                                                                                                      1Timoteo 6:3-5

Lamentablemente, hoy en día muchos cristianos no consideran la "sana doctrina" como algo importante dentro de la iglesia, o como condición necesaria para que alguien sea un líder digno de ser seguido.  Se conforman con lo que la tradición les ha inculcado, o con lo que sus pastores y maestros les han enseñado, sin verificar por medio de Las Escrituras si lo que se les decía era conforme a éstas.

Muchos creyentes lo que buscan son líderes chéveres, amenos, que se vistan a la moda, que estén bien con todo el mundo (con Dios y con el diablo), que se hagan la vista gorda ante el error doctrinal y la conducta mundana. Que los entretengan los domingos con historias agradables, anécdotas portentosas,  testimonios emotivos, y chistes o historietas cómicas que les hagan reír y pasar un buen rato.

Pero sobre todo, buscan líderes que les prediquen única y exclusivamente de un Dios de amor y de misericordia, lo cual sin duda alguna el Dios de la Biblia es; pero pretender reducir a Dios únicamente a eso, lo que hace es desfigurarlo, y sustituirlo por un ser bonachón s y alcahueta (como los que se inventa la gente del mundo).

No les gusta que les recuerden que Jehová también es juez justo, que "no tendrá por inocente al culpable" (Nu 14:18) y que no se complace en la tibieza, antes bien, a los tibios "él vomitará de su boca" (Ap 3:16). Es ese mismo Dios, el que ha dicho claramente:

20¡ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!  Isaías 5:20

Y si se recuerdan, es a ese mismo "ay" a lo que se refiere el primer discurso del Sermón de la Llanura, que ya hemos analizado:

¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablen bien de vosotros! Porque así hacían sus padres con los falsos profetas. Lucas 6:26

En otras palabras, que "seamos santos como él es santo"  (1Pe 1:16), y que “cuidemos nuestra salvación con temor y temblor" (Flp 2:12).

En la Biblia, amados hermanos, está contenido todo lo que necesitamos saber para discernir quien es verdaderamente espiritual y quien no lo es. Y son estos los criterios en los que debemos fundamentar nuestra escogencia, al momento de seleccionar el líder a quien debemos seguir.

Ahora bien, una de las mentiras que se escuchan hoy en las iglesias, y que se asemeja a la que tratamos anteriormente, que dice que "no debemos juzgar", y mucho menos si se trata de un "ungido de Jehová"; es aquella que dice lo siguiente: "sí, es verdad que ese pastor, o predicador, o maestro, está en error. O tiene un testimonio turbio; pero yo no miro al hombre sino a Dios"...

Hermanos, así como demostramos que la primera es una mentira que carece de todo respaldo bíblico, y que como cristianos estamos llamados a juzgar (según lo que dice Jn 7:24 y 1Co 2:15), también podemos ver por la Escritura que la última también es una mentira, creada por la lógica humana carnal.

"yo no miro al hombre sino a Dios" es la mentira que muchos creyentes sinceros usan para auto-engañarse, y así evitar asumir la responsabilidad que la Biblia nos impone, de ver bien a quien seguimos. Dicha mentira sutil, que por lo general viene junto a la de "no juzgar", lo que busca es justamente eso: cegar al creyente, para así privarlo de todo sentido crítico y de todo juicio sano. Eso es lo que el Señor Jesús nos advierte que evitemos, formulando esa parábola en forma de pregunta, obligándonos así a pensar sobre el tema: ¿acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

Apreciados hermanos, a Satanás le conviene que en la iglesia se inculquen estas dos mentiras, para que no denunciemos, condenemos y contendamos con los falsos profetas, los falsos maestros, y falsos apóstoles que él ha sembrado en las congregaciones modernas.

Pero ya en la Biblia el Señor nos lo advertía:

15guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.  18no puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20así que, por sus frutos los conoceréis. 
                                                                                                   Mt 7:15-20

Y es justamente esto lo que dicen los versículos complementarios al v. 39, esto es, los vv. 43 al 45 de Lucas 6:

43no es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. 44porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. 45el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Nos advierte la Biblia además:

1pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, 3y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.
                                               2Pe 2:1-3

  13porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. 14y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 15así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
                                                                                                                         2Co 11:13

Hermanos, todo lo que necesitamos para hacer una crítica objetiva y juzgar con justo juicio, está aquí en la Biblia. Ya Pablo lo decía claramente:

8más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciaren otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9como antes hemos dicho, también ahora lo repito: si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
                                      Gal 1:8-9

Y la razón por la que hay que “contender ardientemente por la fe que una vez fue dada a los santos”, como dice Judas 1:3, es la siguiente:

10porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión [en aquellos días, pero hoy mayormente de los neo-pentecostales], 11a los cuales es preciso tapar la boca; porque trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.
                                                                                                                                    Tito 1:10-11

En Tito 1:13, Pablo hablando de los que enseñan cosas erradas, dice: repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe.

Y si hacer esto trae división, en todo caso es una división  necesaria:

  18pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados.
                                                                                                                                  1Co 11:18-19


Pero lejos de entender y aceptar esto, hay hermanos que por el interés de mantener una unidad ficticia y hasta nociva, van al extremo de querer ser más buenos que Dios, oponiéndose a todo juicio (aunque sea justo); y a toda crítica (aunque sea bíblica y objetiva), que se quiera hacer a un hermano o líder, que este fallando conforme a lo que establece la Biblia;  ya sea en doctrina, o en testimonio. Y entonces dicen "¿dónde está el amor cristiano?" "¿cómo es que se diga eso, o se trate así a un hermano?"

A este respecto es conveniente traer a colación el siguiente pasaje bíblico que se encuentra en 2 Juan 8:
  8mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. 9cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡bienvenido! 11porque el que le dice: ¡bienvenido! Participa en sus malas obras.
                                                                          2Jn 1:8-11

¿Será que Juan, el discípulo amado (quien habla de "amor" en la Biblia más que ningún otro escritor) de repente se volvió loco? ¿Dónde está el amor que Juan predica? ¿Cómo se atreve a juzgar así? 

Juan lo hace por lo que dice clara y enfáticamente este pasaje: 9cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; y si no tiene a Dios ¿se le puede llamar hermano?

Y añade algo aun más fuerte: 10si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡bienvenido!

Hay cristianos que se le olvidan que nuestro Señor, que sin duda es amor, y que predicó sobre el segundo gran mandamiento, también fue el mismo que echó a latigazos a los que estaban comercializando en el templo con las cosas de Dios.

13estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, 14y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. 15y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; 16y dijo a los que vendían palomas: quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. 17entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: el celo de tu casa me consume.
                                                       Jn 2:13-17

¿O se olvidan lo fuerte y claridoso que era Jesús con los escribas y fariseos? Que les decía: necios y ciegos; hipócritas; serpientes, generación de víboras; sepulcros blanqueados; y les echaba en cara sin tapujos, que las rameras iban delante de ellos al reino de Dios (Mt 23:13-33 y Mt 21:23-31)

¿Qué le pasó pues, al Jesús de amor? No le paso nada, lo que pasa es que ese Jesús de amor y de misericordia, es también juez justo, fuego consumidor, y Dios celoso (Sal 7:11; 2Ti 4:8 y Dt 4:24).

Y ni hablar de lo claridoso que era Pablo, en este sentido les recomiendo leer Gal 3:1,3 y 2:11-13; Hch 15:1-2; Hch 15:37-39.

La Biblia dice que debemos sujetarnos a nuestros líderes, a esos que la Biblia llama "obispos" (en griego, epískopos; es decir, quienes están por encima de nosotros para observar y cuidar, como pastores, ancianos y maestros.

Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
                                                                                                     Heb 13:17

Esto es así, este es el orden bíblico, pero siempre y cuando estos líderes (obispos/epískopos) se ajusten a lo que la Biblia dice:

Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios. Que sepa retener la palabra fiel conforme a la doctrina, para que pueda exhortar con sana enseñanza y también refutar (διακατελέγχομαι <1246>) a los que se oponen.
                                                                                                     Tit 1:7-11

El buen líder está llamado a ser celoso y a refutar a los engañadores, a no a ser alcahueta o apóstata.

Así que, como hemos visto, la Biblia nos llama a que juzguemos a los líderes, para que identifiquemos cuáles de ellos son ciegos espirituales y así no caer con ellos en el hoyo. 39¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

Si usted decide seguir a un líder cristiano espiritualmente ciego, por rehusarse a juzgarlo conforme a lo que dicen las Escrituras, no podrá ir delante de Dios con la escusa de que: "bueno Dios, el era mi pastor; y era tan chévere, tan simpático"; o "ese líder tenía tanta "unción"; la gente se caía cuando los tocaba y yo sentía un calorcito… Eso no será excusa.  La Biblia ya te ha dicho: por sus frutos los conoceréis...

45el hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. Lucas 6:45

Así que 8mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Colosenses 2:8

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios...
                                                                                                                                            1Ti 4:1
Jesús dijo:
Cuando veáis que estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.
                                                                                                     Lucas 21:28

Amados hermanos, debemos procurar estar " bien capacitados" en el conocimiento de la Palabra de Dios, con el siguiente propósito:

Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error...
                                    Efesios 4:14
Y además:
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad.
                                                                                                             2 Timoteo 2:15



Dios les bendiga.

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